hay veces, en la que cada noche te sigo los pasos, con pisadas frias y lentas, retrasando el tiempo, acortando espacios; veces en las que no siento nada, en las que no soy mas que la simple oruga que morirá antes de volar; aveces tu respiración me nubla el mundo y los besos me absorben los momentos, tus cumplidos revuelcan el ácido que corre por mi garganta, hasta vomitar palabras ahogadas entre las paredes que una vez enterré, para que asfixiadas no lastimen los pétalos de tu inocencia, aveces solo aveces pretendo cortar tu lengua con las tijeras de mis dedos, y desgarrar las telas que cubren tu corazón, muchas veces he pensado en tomar tu corbata y apretar hasta que se escuche el silencio................ no lo hago porque jamas usas corbatas!
Por la tristeza los conocereis
Quisiera escribir sobre otro amor, acerca de otro dolor, desde otro despecho, pero no puedo. Sería como escribir sobre un papel ya entintado con letras, como alumbrar el sol con un bombillo o como apagar la noche más oscura. Quisiera llorar por otro nombre, pero hasta mis lágrimas te pertenecen; el propio dolor tiene en mí tatuada tu risa como si se burlara infinitamente de mí. La ausencia de ti inunda caudalosamente cada poro de mi ser, coloniza mis sentidos y vive abrumada paseando por tus recuerdos. Anoche, dibujé un corazón, uno roto, amoratado, cosido, relleno de parches color esperanza, unido a un hilo de ilusiones desgastado por el tiempo. ¿Cómo te encuentro? Si te busco en cada sombra y en la lluvia desbordada, si te diluyes en mi mente, si te tropiezas en mi alma, ¿cómo te reconstruyo conmigo? Si ya dejé de ser yo y tú no eres más quien estuvo conmigo. Mientras hay vida hay esperanza, pero yo me morí cuando te desvestiste de mí.